Valeria Giraldo, Alfombras Mágicas, 2017, pintura sobre madera, dimensiones variables. |
Henry Palacio, Mapa político de Colombia, 2015, lana tejida, 92 x 71 cm. Juan Manuel Parra, Cincoviento, 2016, dibujo con cinta de enmascarar sobre collroll, dimensiones variables. |
Luis Sebastián Sanabria, COVERGIRL, 2012-13, inserciones y registro de video. Laura Alcina, Tres Patas, 2015, figuras en tela y cemento, dimensiones variables. |
Para este nuevo
esquema y estructura, El Vitrinazo es consciente de la gran incidencia que
tiene el mercado en muchos ámbitos de la actividad económica nacional y mundial,
y el arte, por supuesto, no ha sido ajeno a dicha influencia. Pero habría que re-preguntarse,
¿cómo opera el mercado al insertarse en
el campo artístico? Y, de igual manera, ¿cómo opera el arte:artistas/curadores/críticos/coleccionistas/gestores/galeristas…,
al ser “penetrados” por el mercado? ¿Cuáles son las problemáticas que se
establecen en esta sui generis relación de atracción-rechazo / amor-odio pero de
mutua necesidad, estableciéndose una aparente relación simbiótica - benéfica
para unos y maléfica para otros? una especie de interacción incestuosa, en
donde la regla de oro del mercado:“oferta/demanda” no necesariamente se da de
forma tan lógica y fluida, como sí sucede en otras instancias que atañen a las
“mercancías” consumibles.
Pero ¿qué tipo de
“mercancía” es el objeto artístico? ¿Puede considerarse una “mercancía” al
igual que otras que consumimos? ¿O acaso la diferencia su esencia “aurática”,
producto de la creatividad “sublime” del ser humano, como también su condición
de “objeto” no utilitario? Estas y otras cuestiones hicieron que El Vitrinazo se
cuestionara acerca de qué tipo de relación “mercado-arte” sería la más conveniente
y consecuente en esta época de gran velocidad y vértigo - del ahora o nunca,
del Just Do it”! Por lo tanto, una vez develadas las entrañas y estrategias de
la “Bestia”, decidimos aceptar su deafio, su seductor llamado y sus reglas del
juego para adaptar este nuevo enfoque a los condicionamientos y requerimientos de
las prácticas artísticas contemporáneas insertadas en un mercado volátil, complejo,
multifacético, sin escrúpulos, como también, sin aparentes límites, como el
arte mismo. ¿Podremos conciliar la dicotomía arte-mercado, su aparente
antagonismo, sus formas diferentes de actuar, captar e incidir en el “jugador”,
en el receptor/consumidor implícito, pero no siempre explícito? El intentar
armonizar, apaciguar e inducir la “Bestia” al sistema e implicaciones del arte
y no a la inversa, será uno de los retos de El Vitrinazo en su nueva faceta. Cómo
quebrar esa máxima inherente a la producción y difusión masiva, cual es el
sacrificio de calidad por cantidad, manteniendo a la vez altos niveles de
calidad formal y conceptual propios de la práctica artística, será el gran reto
y, al cual, les invitamos a que nos acompañen en esta nueva etapa de El
Vitrinazo / art for sale.